EL BESO DE LA PAZ

EL BESO DE LA PAZ

Todos tenemos en la retina muchos besos grabados: Casablanca, el beso de Judas, Iker y Sara… Y por supuesto, el beso del fin de la II Guerra Mundial.

Un Times Square en blanco y negro que alegre tras tanto dolor. Año 1945. Un marinero besa a una enfermera mientras los transeúntes los observan con curiosidad y sonríen. La escena se ha vuelto icónica: la mano del hombre en su cintura, la forma en que la inclina sobre su brazo izquierdo y la besa con una pasión renovada, como si hubiera olvidado por completo las desgracias de la guerra. La realidad de este icónico momento, sin embargo tiene dos versiones muy distintas, la del marinero y la de la enfermera.

El marinero George Mendonsa cuenta, que estando en una cita con otra mujer en el Radio City Music Hall, la gente de la calle empezó a golpear los cristales del local y a gritar como locos. Nadie entendía nada hasta que pararon el espectáculo, el dueño del local encendió las luces y se anunció que los japoneses se habían rendido. Fueron todos a celebrar a Times Square y bebieron durante horas y horas… Un rato más tarde al salir, el marine vio a una enfermera, lo que hizo que todos los recuerdos de la guerra se le viniesen a la cabeza. Al instante, se acercó a ella y la besó. Afirma que no se fijó ni en su cara, y que si no fuese vestida así jamás lo hubiese hecho.

Curiosamente la que acabaría siendo esposa de George fue su cita de aquel día, y vivieron juntos durante más de setenta años en Rhode Island. Como afirmó en una entrevista, “mi auténtico mejor beso nunca se hizo famoso”. George Mendonsa falleció en 2019 con 95 años, al caerse en la residencia donde estaba ingresado.

La enfermera era Greta Friedman. Nacida en Austria en 1924 con el nombre de Greta Zimmer, tuvo que trasladarse a Estados Unidos en 1939 junto a dos de sus hermanas debido a la ocupación nazi en Austria. Una de sus hermanas fue enviada a Medio Oriente. Desafortunadamente, nunca más tuvo la oportunidad de reunirse con sus padres, ya que ambos perdieron la vida durante el Holocausto. Aquel 14 de agosto estaba trabajando como asistente de un dentista, es por ello que la celebración le pilló con el traje de enfermera. En una entrevista afirmó que no fue para nada un momento romántico. “Era simplemente una persona borracha celebrando” “Sentí que él era muy fuerte. Me apretaba mucho. No estoy segura del beso” dijo. Años más tarde de esta entrevista, la revista TIME afirmó que el acto había sido un caso de acoso sexual. En cualquier caso, lo que sí es seguro es que este beso se recordará como uno de los más célebres de la historia… El beso de la paz.

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